viernes, 12 de octubre de 2012

Diversidad Cultural de México

La diversidad cultural refleja la multiplicidad e interacción de las culturas que coexisten en el mundo y que, por ende, forman parte del patrimonio común de la humanidad. Implica, por un lado, la preservación y promoción de culturas existentes y, por otro, la apertura a otras culturas.
Pensar al México de hoy como una nación es multicultural es todavia anhelo, si bien nuestro país se reconoce como una nación pluricultural.
La diversidad cultural nos identifica como nación y como país estas culturas son las raices de nuestro pueblo ya que ellas fundaron nuestra nación .
Conciderando que todos los pueblos contribuyen a la riqueza de las civilisaciones de la  cultura que constituyen el patrimonio de la humanidad. la sociedad nos conce  por las mas de 60 lenguas originarias,
en la tierra mexicana se comparten diversos territorios,lenguas ,culturas  y historias.
Reconocer que hoy tenemos 15 millones de personas que son indigenas,ocupan la quinta parte del territorio mexincano, sus patrimonios naturales,sus propiedades , sus conocimientos SON  UN ORGULLOO PARA MEXICO
Pero son mexicanos iguales, son mexicanos kikapús, mayas, tzeltales, tzotziles, mixtecos; viven en pequeñas localidades y en las ciudades. Están en casi toda la República, pero muchos no los ven.
 Decimos que tenemos 62 pueblos indígenas y que cada uno tiene su propia cultura además, hay otras culturas que debemos tomar en cuenta, la de los negros, los inmigrantes, los menonitas, los judíos, los libaneses, los chinos, u otros indígenas que nacieron fuera de nuestras fronteras qué consecuencias tiene reconocer a estas otras culturas distintas y que reclaman sus derechos sin perder sus propias identidades

Sin duda, cada una de las muchas culturas aportará distintas soluciones a los diversos problemas de la Nación. Con esto quizá estemos en posibilidades de ser más democráticos o de dar pasos adelante en la construcción de una democracia que reconozca la diversidad cultural.
Los pueblos indígenas han participado, de muy diferentes formas, en comunidades políticas más amplias o en sectores de población que los han amparado como parte de un cuerpo social mayor. 
Estas distintas maneras de participación han afectado, modificado y adaptado sus propias concepciones culturales, sus usos y costumbres, sus formas de gobierno y el tipo de relaciones que han establecido con la sociedad nacional.
Para lograr ser reconocidos, en ocasiones se ha recurrido a la violencia. Pero, la mayoría de las veces el apego a la ley y el diálogo han sido los instrumentos de la lucha por el acceso a espacios de poder en los estados y los municipios; o por la instauración de autogobiernos basados en sus tradiciones políticas; o en su reconstrucción cultural; o en el hecho de creer que esa forma es mejor que la que han vivido.
Cada una de estas luchas ha tenido sus propios líderes, sus mártires, sus esfuerzos, y no han dudado en incorporar lo que a otros grupos sociales les ha dado resultado. Bajo todas estas acciones construyen el nuevo espacio de la democracia, en el que los pueblos indígenas no son ya más menores de edad, ni razas inferiores necesitadas del paternalismo, de un buen padre, o un buen dios.

Eso nos hace ver caminos que podrían llevar a un México pluricultural. En las conclusiones ,avenidas promisorias para visualizar algún día, un escenario de pluriculturalismo jurídico enriquecedor operando y rigiendo en México de manera armoniosa. Llevar sus ideas a la práctica y encontrar una verdadera solución es la tarea de los políticos. Nos parece que esta obra es un paso decisivo en el tránsito de una etapa de hegemonía jurídica monocultural hacia un periodo de pluralismo jurídico multicultural.
 

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